

En Damasco, unos calcetines ridiculizan al presidente sirio derrocado y a su clan
En su tienda de Damasco, Basel al Sati ofrece toda una gama de calcetines con caricaturas del derrocado presidente Bashar al Asad y su familia, ridiculizando a quien durante tantos años gobernó Siria de forma represiva.
"Todos los que vienen del extranjero quieren comprar estos calcetines, para guardarlos como recuerdo y burlarse del clan Asad", comenta este comerciante de 31 años.
Las caricaturas vienen acompañadas de leyendas irónicas. "Los pisotearemos", se lee debajo de la imagen de Bashar al Asad, quien aplastó con sangre el levantamiento popular de 2011 que derivó en una guerra civil.
Los calcetines con la caricatura de su hermano llevan la inscripción "El rey del captagón". Maher al Asad dirigía la temida Cuarta Brigada del ejército sirio y fue acusado por Occidente de controlar el tráfico de esa droga muy extendida en Oriente Medio.
En su tienda de regalos y recuerdos, Basel al Sati también colocó en el suelo pósters de Bashar al Asad para que los clientes los pisen, y guarda otros en reserva.
"Es para los sirios que no pudieron venir a tiempo a celebrar la caída del régimen. Pueden pisarlos, quemarlos, hacer con ellos lo que quieran", destaca.
- Ridiculizar a Asad -
En una sola noche el clan que controlaba Siria desde hacía medio siglo se desplomó, derrocado el 8 de diciembre por una coalición islamista, después de haber sumido al país en una guerra civil que dejó más de medio millón de muertos y obligó a millones de sirios a exiliarse.
Afaf Sbano, de 40 años, regresó a Damasco tras diez años en Alemania, y fue directamente al mercado de Al Hariqa, en la ciudad vieja, para comprar los famosos calcetines que decenas de sus amigos le encargaron.
"Es el mejor regalo para mis amigos que no pudieron venir a Damasco a celebrar la caída del régimen", explica esta mujer que estaba en la lista de los buscados por los servicios del régimen derrocado.
Alemania acoge a más de un millón de sirios, muchos de los cuales huyeron de la sangrienta guerra civil.
"Compré más de diez pares adicionales para otros amigos después de publicar una foto (de los calcetines) en Instagram. Antes, burlarse de él no se nos pasaba ni por la cabeza", subraya.
Pocos días después de la huida de Asad a Moscú, Ziad Zuit, de 29 años, tuvo la idea de fabricar estos calcetines en su fábrica.
"Es una forma de humillar a Asad, porque la gente lo odia. Me vengué de él tras su fuga", afirma.
Sus calcetines se venden como pan caliente, y tuvo que aumentar la producción debido a la alta demanda. En tres meses ya produjo 200.000 pares.
También se burlan de frases célebres de Asad, especialmente una en la que ridiculizaba la propuesta del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de reunirse con él.
"¿Por qué deberíamos reunirnos Erdogan y yo? ¿Para tomar bebidas frías, por ejemplo?", había preguntado.
Ahora esa frase adorna las tiendas de jugos de frutas, junto a una foto de Bashar al-Asad con una sonrisa sarcástica.
M.Lenaerts--LCdB