"Mano dura de verdad" es perseguir el dinero del narco en Chile, dice la candidata izquierdista
La candidata izquierdista Jeannette Jara aseguró el lunes durante el último debate previo a las elecciones generales de Chile que la "mano dura de verdad" es perseguir el dinero del narcotráfico y el crimen organizado.
El temor frente al incremento de la delincuencia, que se asocia al aumento de la migración irregular, es la principal preocupación de los chilenos y ha monopolizado la campaña electoral.
La tasa de homicidios se triplicó en la última década en Chile (de 2,5 a 6,7 por cada 100.000 habitantes), pero el país se mantiene como uno de los más seguros de América Latina, según la ONU.
"Quiero llamar a los candidatos de la derecha a que (...) persigamos a los que tienen el control del dinero del narcotráfico y el crimen organizado. Eso es mano dura de verdad", emplazó Jara, favorita para ganar la primera vuelta de este domingo.
Los ocho candidatos se enfrentaron la noche del lunes en el último debate.
Los sondeos -en veda desde el 2 de noviembre- muestran que el ultraderechista José Antonio Kast llegaría en segundo lugar detrás de Jara, pero se impondría en el probable balotaje del 14 de diciembre.
Kast recaudaría en segunda vuelta los votos de otros tres candidatos de la derecha: Evelyn Matthei, Johannes Kaiser y Franco Parisi.
"Hoy día los chilenos tienen miedo. Los que van a tener miedo a futuro son los narcotraficantes, el crimen organizado y los terroristas", dijo Kast.
El candidato de la extrema derecha propone levantar un muro, abrir una zanja y desplegar 3.000 militares para frenar los ingresos, así como combatir el crimen con cárceles superseguras, endurecimiento de penas y el envío de militares y policías a zonas críticas.
Por su parte Kaiser, un diputado de 49 años y fundador del partido Nacional Libertario, ha crecido en las encuestas en las últimas semanas, y amenaza el segundo lugar de Kast.
En el debate aseguró que apoyaría la realización en Chile de una operación policial como la que se realizó a fines de octubre en dos complejos de favelas de Rio de Janeiro, que dejó al menos 117 sospechosos criminales y cuatro policías muertos.
"Si es necesario y existe poder de fuego de una banda o de un grupo terrorista (...) se le tiene que oponer la fuerza del Estado", afirmó.
U.Laurent--LCdB