El gobernador de California proclima arremete contra Trump en la COP30
En ausencia de Donald Trump en la COP30, el gobernador demócrata de California Gavin Newsom, se hizo presente este martes en Belém para defender la lucha contra el cambio climático y, de paso, arremeter contra su némesis político.
Bajo el mandato del presidente republicano, Estados Unidos, la mayor economía mundial y segundo emisor de gases de efecto invernadero después de China, está ausente por vez primera en una conferencia climática mundial.
Contrariamente a los estudios científicos, Trump considera el cambio climático como la "mayor estafa" de la historia, a la vez que promueve la explotación de los combustibles fósiles.
Newsom, posible candidato a las elecciones presidenciales de 2028, dejó claro en la ciudad amazónica de Belém que los demócratas anhelan volver al Acuerdo de París para limitar el calentamiento global, del que Trump retiró en enero a Estados Unidos.
Un presidente del Partido Demócrata regresaría al acuerdo contra el cambio climático "sin dudarlo", dijo Newsom a periodistas ante una pregunta de la AFP.
"Es un compromiso moral, una necesidad económica, es ambas cosas, y es una abominación que se haya retirado dos veces, no una, de los acuerdos", agregó el gobernador.
Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París en su primer período de gobierno, entre 2017 y 2021. En su segundo mandato, la decisión se hará efectiva en enero de 2026.
Trump "está redoblando su estupidez", afirmó Newsom, durante una visita a un centro de bioeconomía de Belém en compañía de su par del estado brasileño de Pará, Helder Barbalho.
Newsom, de 58 años, recalcó que California obtiene actualmente dos tercios de su electricidad de energías renovables.
- "Realmente asombroso" -
Aunque el gobierno de Trump no envió una delegación a la COP30, algunos dirigentes locales y regionales estadounidenses han acudido a Belém para representar al país, como Newsom y la gobernadora de Nuevo México, la también demócrata Michelle Lujan Grisham.
Trump "ha renunciado a su papel en la escena internacional, es realmente asombroso", sostuvo Newsom.
Los estados estadounidenses pueden, si así lo desean, seguir avanzando en el Acuerdo de París, aunque no participen en las negociaciones, según Champa Patel, directora ejecutiva de Climate Group, una organización internacional que trabaja con los gobiernos regionales en materia climática.
"Incluso si los gobiernos nacionales retroceden o socavan sus propios compromisos, los gobiernos subnacionales, ciudades, estados, regiones, están realmente a la vanguardia de la implementación", agregó.
- Gobierno federal vs estados -
"El presidente no puede accionar un interruptor y apagarlo todo", añadió Nate Hultman, exfuncionario de los presidencias estadounidenses de los demócratas Barack Obama y Joe Biden, que ahora trabaja como investigador en el Centro de Sostenibilidad Global de la Universidad de Maryland.
Un análisis reciente de este centro destacó que si los estados y ciudades líderes intensifican sus acciones —y si se elige un presidente favorable al clima en 2028— las emisiones de Estados Unidos podrían reducirse a mediados de los años 2050 respecto a 2005, acercándose al objetivo del 61-66% fijado por el gobierno de Biden.
Gran parte de esto se debe a la autoridad de los estados sobre la política energética y de construcción, y al control de las ciudades sobre la gestión de residuos, la reducción de metano, el transporte público y más, explicó Hultman a la AFP.
El cambio verde impulsado por el mercado sigue siendo un factor fuerte incluso en estados de Estados Unidos con dirigencia hostil al clima, como Texas, líder en generación de energía renovable del país el año pasado.
En el caso de Nuevo México, un importante productor de combustibles fósiles, la gobernadora demócrata Grisham ha impulsado la expansión de las energías renovables y la reducción de emisiones de metano en el sector de petróleo y gas.
Reflejo de las divisiones en Estados Unidos sobre el clima, el grupo propetróleo y gas Power the Future criticó a Grisham por "hacer las maletas para otro viaje internacional sobre el clima".
A nivel federal, el gobierno de Trump no se detiene.
Los republicanos aprobaron recientemente una ley que pone fin anticipado a los créditos fiscales para energía limpia promulgados bajo Biden, un golpe potencialmente devastador para el sector de energías renovables.
Washington también ha retirado fondos para el desarrollo de energías limpias y ha dificultado mucho más los permisos, especialmente para proyectos eólicos, hacia los cuales Trump tiene una fuerte aversión personal.
I.Mertens--LCdB