

Texas y California modifican sus mapas electorales antes de elecciones intermedias de 2026
Por un lado, Texas, con el apoyo de Donald Trump; por el otro, la California demócrata de Gavin Newsom: ambos estados votan este jueves para modificar sus circunscripciones electorales con miras a obtener escaños en el Congreso en las elecciones intermedias de noviembre de 2026.
Estas elecciones serán cruciales para la segunda mitad del mandato del presidente estadounidense, quien busca consolidar la estrecha mayoría republicana actual en la Cámara de Representantes para seguir implementando su agenda política.
Para lograrlo, Trump quiere rediseñar los distritos electorales de los estados republicanos en beneficio de los candidatos conservadores y en detrimento de los demócratas.
Texas lanzó la ofensiva. El Senado estatal, con mayoría republicana, debe aprobar este jueves el nuevo plan de circunscripciones electorales, un día después de que recibiera luz verde en la Cámara baja local. No hay dudas de que luego será promulgado por el gobernador republicano Greg Abbott.
Para rediseñar su mapa electoral, Texas recurrió a una técnica conocida como "gerrymandering", que consiste en la manipulación de distritos electorales.
Este proceso ha dado como resultado un nuevo y dispar esquema que debería permitir a la derecha estadounidense obtener hasta cinco escaños adicionales en el Congreso.
En California, el estado más poblado del país después de Texas, los demócratas respondieron con la misma estrategia.
El gobernador demócrata Gavin Newsom, quien afirma ser el principal oponente de Trump en el bando demócrata, ha propuesto un mapa californiano que daría a la izquierda estadounidense hasta cinco escaños adicionales para socavar la iniciativa texana.
La asamblea estatal de California prevé votar este jueves sobre tres proyectos de ley diferentes que otorgarían la facultad de redefinir las circunscripciones electorales, en reemplazo de una comisión independiente que normalmente se encarga del proceso.
El expresidente demócrata Barack Obama elogió la decisión de California como una respuesta "inteligente y mesurada" a las acciones de Trump.
- "Manipulaciones racistas" -
A diferencia de Texas, donde el proceso legislativo permite la redistribución de distritos electorales con relativa facilidad, California tendrá que presentar su plan de contraataque a los votantes del estado, quienes decidirán su legitimidad mediante un referendo el 4 de noviembre.
Además de Texas, Trump quiere redistribuir las circunscripciones electorales de los estados de Indiana, Ohio y Misuri.
Para la gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, este es el "último aliento de un partido desesperado que se aferra al poder".
Advirtió a Trump en un comunicado que "lo combatiría en el mismo campo y lo vencería en su propio terreno", al igual que California.
En Texas, los legisladores demócratas consideraron la estrategia de redistribución de distritos como una "clara violación de la Ley de Derecho al Voto y la Constitución de los Estados Unidos".
La Ley de Derecho al Voto, una importante ley de derechos civiles aprobada en 1965, tenía como objetivo evitar que los estados del sur privaran a los afroestadounidenses del derecho al voto.
Los demócratas, una minoría en la legislatura de Texas, creen que los republicanos locales quieren "silenciar a los votantes minoritarios mediante manipulaciones racistas de los distritos electorales".
Según argumentaron, el nuevo mapa electoral diluiría los votos de los votantes afroestadounidenses e hispanos, que tradicionalmente votan por los demócratas.
Z.Barbier--LCdB